El doblaje de fiesta

La cita comenzaba, oficialmente, a las 20:00 en AM Estudios. Pero, desde un ratito antes hasta algunas horas después, no pararon de llegar sonrisas.

Al principio, cada vez que se abría la puerta del ascensor, aparecía una sonrisilla tímida, con ganas de pasarlo bien, pero mostrando cierta incertidumbre. Minutos después, entre compañeros y amigos, las carcajadas se mezclaban con la música.

Empezaba Alfonso Romera, micrófono en ristre, rompiendo el hielo con un primer brindis multitudinario y, así, marcaba la noche con buenos presagios.

Manuel Castellanos, minutos más tarde, conseguía eliminar las últimas reticencias de todos con el ya conocido como «mantra de la vaca flaca», que algunos incluso han incorporado a su día a día.

Después, Lisbeth Herrmann realizó una representación de mimo que captó el silencio de todos y logró conmover hasta al más escéptico con la tierna historia de Paco y Margarita.

Tarta de María Jesús Varona, actriz, directora y profesora que hace unas tartas…

Y las canciones… porque en una escuela de voz, es difícil poner música y evitar que alguien cante. De hecho, era la prueba de fuego, temida y deseada por muchos.

Antonio Esquivias y James Dicenta fueron de los primeros en estrenar los micrófonos aquella noche, con un New York, New York espectacular, de esos que erizan la piel y empujan al público a gritar “I wanna wake in a city/ That doesn’t sleep/ And find I’m the king of the hill/ The top of the heap…”

Después, se lanzaron Javier Abengózar, Aurora González y Jaime Martínez a cantar una canción de Los secretos, que coreaban todos los presentes. E igual sucedió con el Summer Nights de Eva Soriano y Javi Abengózar. Y, a partir de entonces, las peticiones y los ánimos fueron creciendo de forma exponencial.

¡Llegaron las chicas yeyé!, dispuestas a darlo todo. María Jesús Varona, Cayetana Orjales, Ana de Lima, Lola Montero, Susana Marcos, Leticia Quintanilla y Elena Jiménez «se pegaron al personaje» y le imprimieron «todos los matices» de tal manera que, por momentos, parecían llevar todas el pelo alborotado y las medias de color.

Abajo, en el portal, parecían haberse quedado la mar de aburridos la vergüenza y el miedo de todos los que, arriba, bailaban, cantaban y disfrutaban de la noche.

Tarta elaborada por Ana de Lima, no solo excepcional profesora, sino un repostera estupenda

Entre tanto, hubo momentos más íntimos. Uno de ellos fue cuando Javier Abengózar, sentado al piano, comenzó a tocar las primeras notas de Lucía y se arremolinaron a su alrededor mujeres de distintas generaciones para entonar la balada de Serrat y, un poco más tarde, El hombre del piano en la versión que Ana Belén hace de la canción de Billy Joel.

Y, además de cantar, se bailó. Se bailó de todo, desde Francisco Alegre al Somebody Else’s Guy, pasando por algún tema de Guns and Roses, Scorpions, Queen o Louis Armstrong.

Por todo eso, por acercaros hasta allí, por compartir verdaderos manjares y por aportar tantas buenas vibraciones, desde AM Estudios queríamos daros a todos las gracias.

PD. A los que, por cualquier circunstancia, no pudisteis venir, ¡os echamos mucho de menos!

PD2. Ah, una duda casual… ¿Repetiríais?